Origen y plantación
Donde el café tiene su origen silvestre, en la parte suroccidental de Etiopía, se encuentra la región de Kafa, que dio al café su nombre.
Allí el café crece en altitudes de 1.400 a 2.100 m sobre el nivel del mar, en su mayoría silvestre en los bosques profundos de la provincia y casi sin influencia humana.
Este café del bosque se procesa principalmente de forma natural, es decir, se limpia en su totalidad y luego se seca al sol.
Carácter y sabor
El café etíope tiene un aroma picante y fuerte, redondeado por una acidez media y un sabor intenso y achocolatado.
A diferencia de su hermano de Sídamo, este café tiene una ligera acidez, un sabor redondo y un agradable sabor afrutado.
Información de la plantación
Desde hace algún tiempo, los agricultores pueden ganarse la vida cultivando café. Esto es gracias a un ingenioso emprendedor de Friburgo, Alemania, y a sus compañeros.
Durante años, han tratado de equilibrar los bosques de Kafa para evitar su sobreexplotación. Han logrado establecer un negocio que hizo posible que 6.600 agricultores etíopes y sus familias, generalmente muy numerosas, escaparan de la lucha por la supervivencia.
Los agricultores de esta región recogen el «Café del Bosque» (también llamado «café silvestre») a mano.
Particularidades
Etiopía es el país de nacimiento del café. En algunas regiones, el café sólo está disponible lavado, en otras sólo se ofrece sin lavar.
Sin embargo, también hay áreas en las que se ofrecen ambos tipos. Los diferentes métodos de procesamiento reflejan la diversidad de sabores.
Se debe prestar especial atención a la calidad de los cafés, que puede variar significativamente de una muestra a otra.